RRHH Después de la tormenta

Recursos Humanos y el olor a tierra mojada

10 ideas clave que Recursos Humanos debe tener muy en cuenta durante y después de la crisis del Covid-19.

Hace sólo unos meses, si bien las predicciones no hablaban de un ambiente de sol y cielo despejado, al menos vaticinaban ese “parcialmente nublado” de la economía al que ya nos habíamos acostumbrado y para el que nos sentíamos relativamente preparados.

Sin embargo, ni las más avanzadas estaciones meteorológicas nos hicieron pensar en la terrible tormenta que llegaría (¿o no supimos escucharlas?), así que la lluvia nos ha encontrado a casi todos en la calle y sin paraguas. 

Afortunadamente, parece que la vertiente sanitaria de esta crisis empieza a ver algo de luz, pero aún ciernen amenazantes nubarrones económicos sobre nosotros y convivimos con un altísimo grado de incertidumbre e inestabilidad en el ambiente. 

Los que tenemos el recuerdo de una crisis cercana hemos vuelto a oír palabras que fueron familiares en tiempos oscuros como prima de riesgo, rescate o déficit. Al mismo tiempo, empezamos a ver señales en la gestión de personas que nos hacen pensar en que lo de tropezar dos veces con la misma piedra es algo más humano de lo que pensamos. 

Es momento, entonces, de poner en práctica esta capacidad que hemos “recuperado” durante el confinamiento: parar un momento, tomar aire y pensar.

A diferencia de lo sucedido en la crisis anterior, Recursos Humanos está teniendo un rol activo y muy relevante. Un gran desafío profesional y una enorme oportunidad para generar y acelerar muchos de los cambios por los que veníamos trabajando desde hace tiempo.

Para estar a la altura de las circunstancias, debemos pensar y actuar en dos dimensiones u horizontes temporales muy diferentes.

En primer lugar, como mencionábamos en un artículo anterior, la manera en la que las empresas gestionen la dimensión personal de esta crisis tendrá un fuerte impacto en el compromiso de los empleados a medio plazo. Por lo tanto, quienes dejen para los días de calma la tarea de repensar la manera de gestionar personas en su organización, ya van tarde.

Por otra parte, una de las pocas certezas que tenemos es que, tarde o temprano, el sol volverá a brillar sobre nosotros. Pero también sabemos que la temperatura, las condiciones del suelo y hasta los aromas que quedarán después de la lluvia, no serán los mismos. Con suerte, en unos meses, lo más duro de esta crisis habrá pasado, pero el mundo habrá cambiado, los negocios se habrán adaptado y la estrategia de recursos humanos inevitablemente deberá revisarse y evolucionar.

En sentido, queremos compartir 10 ideas clave que creemos que Recursos Humanos debe tener muy en cuenta durante y después del temporal. 

5 ideas para tener en cuenta mientras dure la tormenta:

1.    Gestionemos lo peor de la tormenta pensando en que volverá a brillar el sol. Muchos negocios se están viendo obligados a gestionar salidas. Si esta destrucción de talento es inevitable, debemos decidir pensando en el medio-largo plazo. ¿Dónde tenemos el talento clave del que no podemos prescindir? ¿qué capacidades necesitaremos cuando esto haya pasado? ¿hay alguna manera de mantener a estas personas a bordo? ¿qué podemos ofrecerles para que quieran quedarse y se sientan comprometidos?

2.    Estamos ante los mayores “momentos de la verdad” que podríamos imaginar, seamos exquisitos al gestionarlos. Debemos asegurarnos de que las prisas y el nerviosismo no nos alejan de lo importante. Tenemos muchísimas oportunidades para hacer una gestión empática, transparente, efectiva e individualizada de hitos clave que están viviendo los empleados estos días: el éxodo repentino hacia el home-office, el regreso escalado a la oficina, la esperada revisión salarial, el establecimiento y liquidación de objetivos fuera de contexto, las promociones y planes de carrera prometidos, etc.

3.    El estado de alarma, cuanto más acotado, mejor. Hemos visto muestras de compromiso excepcional por parte de muchos empleados, y no sólo por parte de sanitarios y otros colectivos esenciales. Jornadas de trabajo interminables, malabares para conciliar trabajo y necesidades familiares, reducciones de jornada y/o salario voluntarias, etc. Sin duda, es algo a valorar y asumible a corto plazo, pero debemos ser creativos para reequilibrar la balanza lo antes posible, porque estos esfuerzos excepcionales no son sostenibles por mucho tiempo más.

4.    Recuperemos las conversaciones ilusionantes. En consonancia con el punto anterior, es necesario que Recursos Humanos y los managers vuelvan a hablar cuanto antes de futuro, retos y oportunidades profesionales con sus empleados. Los mejores profesionales siempre encontrarán hueco en el mercado para dar el máximo de su potencial y continuar creciendo profesionalmente, y en este mundo hiperconectado de fronteras difuminadas en el que estamos, aún más. No podemos permitirnos perderlos.

5.    Capturemos los aprendizajes antes de que se los lleve el viento. Durante estos meses se han acelerado cambios en cuestiones como la digitalización, la flexibilidad, la innovación, la colaboración o la autogestión. Ahora, antes de que la inercia nos lleve a la casilla de salida, es el momento de reflexionar entre todos sobre lo que hemos aprendido y decidir lo que queremos aplicar en nuestra nueva normalidad.

5 ideas para considerar cuando el cielo comience a despejarse:

6.    Re-imaginemos la experiencia del empleado. Acelerar la digitalización de los procesos de recursos humanos ha pasado a ser una necesidad imperativa. No obstante, también hemos aprendido que lo ideal es adoptar un enfoque híbrido (o “phygital”) que nos permita mantener procesos efectivos y operativos ante situaciones de crisis como ésta, pero manteniendo el componente emocional, cercano y tangible que tanto hemos echado en falta estos meses. La selección, la acogida, la formación, las políticas de flexibilidad y la comunicación interna, entre otros, serán muy diferentes en poco tiempo.

7.    Sigamos fortaleciendo el liderazgo en todos los niveles de la organización. El desarrollo del liderazgo estaba siendo una prioridad a comienzos de 2020 para muchas empresas y ahora cobrará aún más fuerza. Contar con un equipo de líderes solvente, capaz de gestionar a distancia, en la incertidumbre, a través de la confianza y conectando con el lado más personal y humano de cada miembro del equipo, va a ser fundamental en los próximos tiempos.

8.    Prioricemos el desarrollo de nuevas competencias. Si bien muchas empresas ya habían comenzado esta transformación, muchas otras se verán en la necesidad de adaptar su modelo de desempeño y sus planes de desarrollo para potenciar capacidades como flexibilidad, aprendizaje continuo, resiliencia, concentración, autonomía, digitalización, liderazgo y colaboración a distancia.

9.    Creemos nuevos espacios para las relaciones personales. Los equipos se han adaptado a trabajar en remoto, muchas empresas están retrasando el regreso a las oficinas (algunas sine die) y muchas más repensarán el concepto de espacio de trabajo de manera radical. Erradicar el presencialismo sería un gran avance, no obstante, debemos buscar maneras de mantener puntos de contacto presenciales para potenciar la colaboración creativa, crear sentimientos de cohesión y, por qué no, recuperar esas “conversaciones de café” informales en las que muchas veces se comprende mejor al vecino, se desbloquean proyectos y se generan profundas relaciones personales. 

10.    Mantengamos activo el gen social de la empresa. Algunas empresas han reaccionado a la crisis mostrando su lado más humano. Las mejores, lo han hecho tanto externamente (ofreciendo productos/servicios gratuitos, haciendo donaciones, adaptando sus líneas de producción, etc.) como internamente (organizando acciones de voluntariado, multiplicando los esfuerzos de comunicación interna, priorizando la salud y las necesidades personales de cada empleado, etc.). 
Los empleados que se han sentido cuidados y útiles para la sociedad desde su puesto de trabajo tendrán un vínculo más fuerte con la empresa, pero también nuevas expectativas a las que dar respuesta. Y el listón queda aún más alto para quienes no han sabido reaccionar de esta manera. 

En definitiva, las empresas, y especialmente el área de Recursos Humanos, tienen la oportunidad de marcar la diferencia en la manera de gestionar personas durante y después de esta crisis; lo que puede suponer una enorme ventaja competitiva en el futuro. 

Así que muchos ánimos y a seguir avanzando, que seguramente antes de que nos demos cuenta empezará a oler a tierra mojada.

Comparte:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Otros posts relacionado

Utilizamos cookies propias y de terceros que se instalan en su equipo para realizar análisis de uso y medición del Web para mejorar nuestros servicios y facilitar su navegación. Si continúa navegando, entendemos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para «permitir cookies» y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar» estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar